Y mientras los medios de comunicación nos saturan de información referente a las altas gestiones que se realizan en el Consejo, Comisión o Parlamento europeo, allende los mares, en la sede del FMI, o en cualquier otro chiringuito, por parte de nuestros -y de otros- sacrificados políticos, para evitar el rescate; a la vez que la prima atenaza nuestros corazones ante el temor de que se convierta en prima segunda o tercera , y se cruzan declaraciones de grandes analistas políticos sobre los asuntos domésticos como la corrupción imperante, la descomposición del estado o la calidad moral y profesional de nuestros políticos, en un marco financiero agujereado y con los cajones institucionales hueros de condumio; el sufrido ciudadano no tiene más remedio que pensar