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miércoles, 3 de agosto de 2011

MI QUERIDA ESPAÑA



Ayer, 2 de agosto, se cumplieron 35 años de la muerte de la cantante española Evangelina Sobredo, más conocida como Cecilia, y recordando algunas de sus célebres canciones me vino a la memoria alguna estrofa de su tema “Mi querida España”, cuyo estribillo original era –esta España viva, esta España muerta- y tuvo que cambiarlo por -esta España mía, esta España nuestra-, debido a la censura franquista. No voy a comparar la situación que vivía España en la época en que Cecilia cantaba esta canción con la de ahora, pero sí me atrevo a metaforizar sobre la compleja situación que se vivía entonces, en la que se clamaba por la democracia, y la que vivimos ahora en este país de la piel de toro, anclados en un profunda y aletargante crisis.

España ha salido de otras crisis graves, en gran medida porque teníamos retos por delante, objetivos que alcanzar, desafíos que marcaban una hoja de ruta que asumían y transmitían los políticos de entonces al resto de ciudadanos, véase la transición democrática, la incorporación a la UE, la inclusión y adaptación al euro, etc. Sin embargo, lo que ocurre ahora es que no sabemos dónde vamos, no nos hemos marcado ningún objetivo como país ni tenemos un reto común como sociedad. Digamos que nos hace falta la liebre para correr con ganas hacia una meta que desconocemos.

Parece que una vez logrado el Mundial de fútbol no tenemos nada por lo que luchar, nos hemos instalado en la resignación, en la espera, cuando no en el pasotismo y la desgana. Nos hacen falta esos versos de poetas que despiertan un país de la larga siesta, como cantaba Cecilia. Nos hace falta ponernos una meta, proponernos un objetivo como sociedad. Pongamos que esa meta fuera el cambio de nuestro modelo productivo, algo tan difuso y difícil como alcanzar la transformación de nuestra economía. ¿Podría alguien, de entre todos nuestros dirigentes, comandar semejante tarea, señalar las pautas o el guión básico para lograr un cambio radical de nuestra estructura económica y laboral?

España es una marca que cotiza a la baja, excepto en el deporte, hay que reconocerlo; sin embargo tenemos un producto realmente bueno que vender, diferenciado (“Spain is different”), variado, original, a buen precio… ¿qué es lo que falla? ¿Será la falta de liderazgo, de motivación, de organización, de visión? Seguramente haya múltiples respuestas a estas preguntas o no haya ninguna y casi seguro que la malograda Cecilia hubiera escrito una magnífica canción con este trasfondo. Me permito la licencia de reproducir la letra de este tema que no ha perdido actualidad.





Mi querida España
Esta España viva,
Esta España muerta
De tu santa siesta
Ahora te despiertan
Versos de poetas
¿dónde están tus ojos?
¿dónde están tus manos?
¿dónde tu cabeza?

Mi querida España
Esta España mía,
Esta España nuestra

Mi querida España
Esta España en dudas,
Esta España cierta
De las alas quietas
De las vendas negras
Sobre carne abierta
¿Quién pasó tu hambre?
¿Quién bebió tu sangre
Cuando estabas seca?

Mi querida España
Esta España mía,
Esta España nuestra

Mi querida España
Esta España blanca,
Esta España negra
Pueblo de palabra
Y de piel amarga
Dulce tu promesa
Quiero ser tu tierra
Quiero ser tu hierba
Cuando yo me muera

Mi querida España
Esta España mía,
Esta España nuestra

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