Me da a mí que la crisis aguanta
un poco más y que el 2013 no va a ser de la recuperación y que el tampoco será
el del crecimiento, ni mucho menos, a no ser que se produzcan cataclismos en
forma de reformas profundas, aunque normalmente las reformas que nuestros
políticos vienen haciendo tienden más a empeorar las cosas que a mejorarlas.
Así que no sé qué será mejor que nos dejen como estamos y confiar que en 5 años
habremos establecido unas bases de crecimiento sólidas o bien esperar a las
recetas milagrosas o medicinas de choque.
La crisis está afectando poco a poco a todos los
estratos de la sociedad, al principio son las clases más bajas con menos
recursos los que la padecen y poco a poco va subiendo el listón para afectar
sucesivamente a todos en función de las rentas. El problema más grave es que
este empobrecimiento no afecta a todos de igual manera produciéndose
desigualdades sociales mayores. Según el INE (2006-2011), las familias con
rentas más bajas son las que se empobrecen
(menores al 20%) mientras que el resto o se mantienen o crecen (especialmente
para las rentas situadas en el último tercio).
Según la Fundación Foes la renta
nacional disponible a precios constantes se sitúa en el 2011 a niveles del
2000, lo que nos puede dar una idea de la caída salarial, las subidas
impositivas y el aumento de los precios. Cada día hay menos dinero para gastar,
lo que se traduce en un menor consumo. Y no obstante el BCE acaba de publicar
un estudio donde dice y cito textualmente que
según los datos del 2010, el patrimonio neto de los españoles era de un
49% superior al de los alemanes (291.400 frente a los 195.200 €), mientras que
la riqueza media neta era mucho más dispar: 182.700 en el caso de los españoles
y 51.400 del alemán. Repito que no es mentira, lo acaba de publicar y colegía
que aunque los países del norte tengan sus fianzas más saneadas no significa
necesariamente que los ciudadanos de estos sean más ricos que los de los países
rescatados. Y estos señores son los que hacen las previsiones…
La razón de esta diferencia tan
positiva para los españoles es que mientras que en nuestro caso el 82,7% había
invertido en una casa, solamente lo hicieron el 44,2% de los alemanes, que
prefieren otras formas de vivienda. Esta circunstancia deriva en otras como el
nivel de endeudamiento, rigideces en la renta disponible, y algunas otras tan
importantes a la hora de atacar la rigidez del mercado laboral, como la
dificultad de cambios de residencia. Yo por mi parte no creo que tengamos más
patrimonio que los alemanes, ni creo que seamos más ricos.
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