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lunes, 10 de noviembre de 2014

Mujeres al poder. El buenismo y la dictadura de lo políticamente correcto.

Hace tiempo escuché o leí, no lo recuerdo que la situación actual está como está -a escala mundial- porque las mujeres no representaban un porcentaje suficientemente representativo para cambiar el modo de hacer las cosas; el macho alfa, tiende a crear un mundo "primitivo y salvaje". Puede que sea verdad pero al igual que la cuántica todavía no se ha demostrado, pero pudiera ser.

La presidenta del Círculo de Empresarios de Madrid, la Sra. Oriol dijo, entre otras cosas,  que las mujeres tenían
otros valores, otras preferencias diferentes a los hombres que las impedían alcanzar puestos de responsabilidad. Todo el mundo se la echó encima -la pobre no tienen mano izquierda- , no tuvo más remedio que desdecirse, y lo que es peor desdecirse de algo que era verdad, ese es el poder de las masas: lo políticamente correcto por encima de todo, incluso de la verdad. Qué pena.

Pero por lo que yo conozco, al menos en mi circulo más íntimo me temo que la realidad no se ajusta a lo que es conveniente y las mujeres hacen lo que quieren hacer, ya sea noticiable o no, cada una lo que pueda y quiera, como dicho sea de paso los hombres. Hasta ahí no hay diferencia: la situación/decisión es el resultado del binomio poder y querer.

Un estudio publicado recientemente indicaba que el 2014 por primera vez en la Historia, el saldo vegetativo de España será negativo, morirán más que nacerán, y que en apenas un par de decenios la población caería por debajo de los míticos cuarenta millones (34 si Cataluña llegase a independizarse). Dos ideas vienen a mi mente: envejecimiento y falta de nacimientos. Que haya cada vez más ancianos no debe preocuparnos, al contrario demuestra que la calidad de vida es mayor, la sanidad también,... que no nazcan niños en cambio sí debe.

La natalidad marca la capacidad de un país para regenerarse, para desarrollarse y para crecer, no podemos mantenernos de brazos cruzados esperando un milagro. Los milagros no existen en este campo, el último se dió hace más de dos mil años. Las declaraciones de Oriol apuntan a soluciones, no las define pero sí amaga, al menos hasta el momento de su abjuración. La natalidad pasa por la mujer de forma que, por mucho que nos empeñemos, es la variable fundamental. Y actualmente no tiene muchos incentivos, al contrario tiene pocos y muchos sacrificios: sacrificios laborales, sociales, lúdicos, económicos,.. Desde Zapatero con los 3000 euros (mala medida, pero buen intento) y la conciliación familiar que no deja de ser un parche en las espaldas del ya de por sí castigada empresa, oscuridad tan solo y nada más.

El nacimiento y la conciliación no se limita al periodo más inmediato, es un proceso largo de muchos años y ese periodo es el que hay que valorar. Hay muchos países que así lo hacen: buscan medidas para favorecer los nacimientos y posteriormente la reincorporación de la mujer/hombre al mundo laboral, medidas fiscales que fomenten la natalidad, ayudas,..Seguramente el sistema sea caro, pero es que es necesario, más en España y más sin la burbuja de la construcción, que ni está ni se la espera.

Es el futuro, y habría que prepararse hoy para lo que va a venir mañana. Es muy posible que las mujeres a las que aludía Oriol, que priorizan la vida familiar a un vuelo de negocios a Nueva York, a parte de más inteligentes, sean unas heroínas: abnegadas, sacrificadas en una sociedad estéril y alienante. No te retractes Oriol, cuando se tiene razón, hay que defenderla, no es tan fácil hacerse con ella, como para renunciar a las primeras de cambio.


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