La
pregunta que nos seguimos haciendo muchos de los que trabajamos en asuntos
relacionados con las actividades empresariales y con la economía provincial es:
¿qué modelo productivo tenemos que adoptar para generar y sostener crecimiento
económico y bienestar social en la provincia de León?
Para
responder a esta pregunta y a falta de sabios, gurús o premios Nobel de
Economía que nos indiquen por dónde irán la economía y las empresas de
provincias en un futuro más o menos cercano, nos atrevemos desde el CEL a echar un capote a los sectores tradicionales
de la economía leonesa con potencial de crecimiento, sin menoscabo de apoyar
también a las nuevas actividades empresariales. Lanzamos algunas ideas para su
reflexión.
Empezaremos
por un tema que sigue de actualidad y que viene coleando desde hace más de 20
años:
la minería del carbón. ¿Qué hacemos con las minas leonesas y con las
comarcas que viven directa o indirectamente de esta actividad? Mucho se ha
escrito, debatido, discutido sobre este asunto sin que ningún gobierno o
responsable se haya “mojado” de verdad para solucionar definitivamente un
problema casi atávico que afecta a la vida de decenas de pueblos de Laciana,
Babia, Bierzo y
Si
el Ministro Soria ha tardado tanto en pronunciarse sobre este asunto y cuando
lo ha hecho en el Senado ha salido pidiendo una reflexión sobre los costes del
sector minero y achacando al carbón nacional que no es competitivo…. “22 años y
22.000 millones no han servido para mantener vivo el carbón”, - ha dicho, dinero
que tendría que haber servido para reindustrializar las cuencas y que se ha ido
como “hilillos” a la mar. Como
ciudadanos y contribuyentes podemos preguntarnos a continuación: ¿dónde estaba
la labor de control de los distintos gobiernos que han administrado esos
dineros públicos que debían haber servido para dotar de un futuro digno a
nuestras comarcas mineras?
El
futuro ya está aquí y los responsables políticos de hoy achacan a los de ayer
los dislates cometidos en todo este asunto. Ya se sabe, la técnica del
ventilador funciona para todos. Pero ninguno se ha parado a analizar con
sentido común la estructura y política energética de España y el papel que el
carbón ha de jugar en esta partida. Porque algún papel ha de asignársele. Ya
sea como integrante real del mix energético nacional o como fuente de energía
estratégica. No podemos renunciar al carbón cuando existen reservas para 40 años
y cuando existen proyectos de investigación con resultados optimistas sobre la
captura del CO2 derivado de la quema de este mineral.
No
hay más dinero para el carbón, las minas que no sean rentables tendrán que
cerrar, dan igual los acuerdos y compromisos del último Plan del Carbón y del
siguiente que se negocie, el “finiquito” parece ser la solución final. Ante
estas premisas tenemos que decir que existen alternativas, pocas, pero las hay.
Otros países europeos intentan también hacer competitiva su minería del carbón
empezando por aplicar un mecanismo legal que permite defender los recursos
energéticos propios, en este caso, el carbón, frente los ajenos. En la
práctica, lo que se pretende es cambiar las ayudas directas del Estado por la
mediación con las empresas eléctricas, de manera que se llegue a compromisos de
compra del mineral autóctono que garanticen el negocio de las empresas mineras.
Otro
de los sectores estratégicos de la economía provincial es el sector primario. La
agricultura, ganadería y el sector industrial que se ha ido generando alrededor
con una industria agroalimentaria floreciente mantienen el tipo en la provincia
y tienen un gran potencial de crecimiento. El 38% de las grandes empresas de la
provincia leonesa son del sector de la agroalimentación, cuando en 2007 sólo
alcanzaban el 11% en el top por facturación. León tiene unas 1.200 empresas
dedicadas a la agroindustria que dan empleo a 6.000 personas y generan un
volumen de negocio anual de 360 millones de euros.
Se
puede y se debe seguir incrementando estas cifras y la realidad nos lo
demuestra. Hay ya una tendencia de vuelta al sector agropecuario como un sector
refugio para los jóvenes, (“el campo es un yacimiento claro de empleo” ha dicho
la Consejera Silvia
Clemente ), señalando como un hito la incorporación de un
millar de jóvenes en 2012 en Castilla
y León , una cifra récord.
Y,
por último, para no extendernos más, nos gustaría destacar, ya que en el
marasmo de los malos datos económicos queda muchas veces encubierto o solapado,
es el esfuerzo que en materia de exportación han realizado y realizan las
empresas leonesas. Podemos estar orgullosos de destacar la extraordinaria
evolución de las exportaciones de la provincia de León durante los últimos tres
años, especialmente durante 2012, con un crecimiento récord del 37,1%,
arrojando un saldo comercial muy positivo al superar los 12.000 millones de
euros, algo que no iguala ninguna otra provincia de la Comunidad.
Esto
nos indica una evolución muy positiva y nos reafirma en la idea de que algo se
está haciendo bien por parte de las empresas leonesas, cuyos productos y
servicios son cada vez más competitivos ante cualquier competidor mundial.
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