Desde siempre (ab urbe condita que decían los latinos) y así lo reflejan en los Estatutos Sociales, el CEL ha tenido como objetivo el desarrollo económico de la provincia de León, mediante el fomento de la actividad empresarial que pasa inexorablemente por la empresa privada como origen de riqueza y bienestar social.
Siguiendo con las perogrulladas, aunque estimo necesarias en esta sociedad donde muchos valores e ideas han de disfrazarse e incluso ocultarse para mantener vigente la máxima de lo políticamente correcto, las empresas las componen personas, pudiéndose definir como un grupo de personas que ceden determinados recursos, y reciben a cambio una compensación (léase trabajadores, accionistas, proveedores, clientes,...bancos y por supuesto Hacienda). En la cúspide, no por importancia, sino por ser el iniciador del proyecto se encuentra el empresario: el emprendedor.