Deutschland über alles

Es difícil poner puertas al campo, o sobra campo o faltan puertas, así de fácil, y a pesar de que Clinton diría "es la economía estúpido" nos empecinamos una y otra vez en lo contrario, en Alemania a pesar de lo que podemos creer tampoco son más listos que aquí, un juez alemán acaba de prohibir la utilización de la aplicación Uber en todo el país. Para el que no lo sepa, como aclaración Uber es una herramienta informática, que permite conectar a personas que viajen para facilitar y abaratar el trayecto, lo que supone un enfrentamiento directo con los taxistas que se quejan por competencia desleal, siendo ellos los que pagan los impuestos y cumplen con la rígida reglamentación que se les impone. Pues el juez les ha dado la razón.

Una razón que o mucho me equivoco o se va a quedar en agua de borrajas porque no hay forma de impedir la equilibrio al que tienden todas las cosas, equilibrio de Nash en la teoría de los juegos. El problema no se va a solucionar a base de fallos judiciales, ni tampoco por sí sólo, el problema nace de un nuevo concepto de servicio que choca contra los convencionales, perfectamente regulados y controlados por los gobiernos. La entrada de herramientas virtuales, en un mercado regulado y donde todo el mundo conoce sus obligaciones y derechos, crea estas situaciones. La solución pasa por dos caminos, uno uno más sencillo y acorde con el sentido común, desregularizar otro, seguramente el que seguirán de una forma u otra todos los gobiernos será la creación de normas que regulen este nuevo servicio y se adapten a lo conveniente.

Es una pena, en lugar de eliminar leyes, disposiciones y reglamentos, creamos nuevos, pero esto funciona así. Por otro lado me hace pensar el vacío legal que puede existir y del que no hablamos mucho en el comercio electrónico pero eso será otra entrada.