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jueves, 4 de septiembre de 2014

Pues ahora va a ser que la austeridad no mola

Hace tiempo hablamos de Abe y su política económica, bautizada sin mucha imaginación ni gracia como abeconomics, de que parecía que iba dando resultados positivos incluso que genera ciertas dudas a medio y largo plazo, pero en general y a modo de introducción es un mix entre políticas de oferta y de demanda, que parafraseando el viejo adagio latino de sobra conocido por todos ya lo apuntaba: en el medio está la virtud. 


Pues Draghi, para el que no lo sepa, presidente del BCE, se aplica el cuento y rebate la cicatería alemana y el consenso general de la austeridad ante todo y acaba de proponer un modelo similar al japones -que llevan bastante tiempo en crisis y algo sabrán de ello porque parece que después de 15 años parece que despegan-, basta de tanta austeridad, de tanto recortes de sueldos, de ajustes públicos y de reformas estructurales como única medida para salir del atolladero. Y se justifica con los datos porque los datos, que son cabezones y más después del último trimestre y nos demuestran que así no salimos (poco crecimiento, más paro, deflación y aumento de la deuda pública).

Y propone, porque no se queda como suele ser habitual en nuestros políticos, sino que busca alternativas, otras medidas basadas en, por un lado, una política monetaria más laxa que evite la deflación  que amenaza la economía europea, exactamente igual que paso en Japón; y por otro una política fiscal expansiva,con menos presión impositiva buscando multiplicadores que tiren de la demanda. Además y con toda lógica, como primer garante de la estabilidad europea, una mayor coordinación financiera y fiscal de los países europeos, evitando las asimetrías económicas, y un proyecto de inversión pública a nivel europeo (propuesta Junker).

Total, que los tiempos de austeridad han pasado, la pena es que nuestros políticos volverán a confundirse, y pasarán de un extremo al otro, mas gasto y en cualquier cosa, y eso no es. No hay nada nuevo bajo el sol y la historia tiende a repetirse y con ella generalmente los errores.


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