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lunes, 18 de abril de 2011

La desindustrialización, ¿un cambio de tendencia?

Fuente INE. Expansión
El Índice de Producción Industrial Español (INE) ha experimentado una cierta recuperación a lo largo del año, después de caer durante 22 meses, lo que confirma que algo está cambiando en la economía española y que poco a poco va haciendo frente a la crisis, aun así la caída en estos tres últimos años ha sido espectacular, el 32%.  Recapitualando, la contribución del sector industrial en el año 1970 el sector suponía el 34% del PIB español, pero año tras año ha ido perdiendo peso, y con especial virulencia los años de crisis-  hasta llegar en la actualidad al 15,1%. Un porcentaje muy alejado de los de nuestros vecinos y competidores que alcanza el 18%.
La supervivencia de este porcentaje dependerá de la capacidad que se demuestre en generar innovación y su implementación en una mayor competitividad. A pesar de que España mejora sus competitividad, está muy lejos de la de sus competidores, así las industrias de alta o muy alta tecnología sólo representan el 35% del total mientras que la mayoría son de media o baja. Este proceso de desindustrialización provoca un fuerte desequilibrio comercial a falta de tecnología puntera propia y con alto valor añadido. A cambio exportamos tecnología madura con alto contenido en mano de obra, segmento comercial extremadamente duro con la entrada de las ofertas asiáticas en el mercado mundial.
El país requiere de un reposicionamiento de nuestra oferta industrial, para ello es necesario un mayor esfuerzo en investigación, que desgraciadamente no podrá ser a corto plazo, por lo que hay que esperar años de crecimientos económicos bajos.
Y claro si un sector adelgaza otro engorda, en este caso ocurre con el sector de servicios, donde España demuestra un alto nivel de competitividad como lo refleja su participación en el PIB, pasando el 46,3% en el año 1970, al 71,7% del 2009, no sólo producido por su mejor comportamiento ante la crisis, sino también como consecuencia de las inversiones en el exterior (bancos, aeropuertos, autopistas, hoteles,…).



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